Es rareza de sentimientos y gustito a sidra con frutillas. No es recuerdo, ni voces del pasado. Es abuelos saludando desde las estrellas, aunque el cielo no acompañe. No es papá, ni Noel, ni del otro. Es papá en la película de la infancia, cuando más hacía falta. Es hijos, felicidad y risas, ruido de charlas alrededor de una mesa que desborda de comida casera. No es mi fiesta, no es cualquier fiesta. Es una fiesta con muchos sentidos, con mucho. Es pan dulce, es postre con crema, es regalitos para todos alrededor de un árbol, debajo de la cama, en cada rincón. No es brillante, aunque haya fuegos artificiales. Es luz tenue, de una noche con velas, con reflejos tímidos, con humores y amores que se mezclan. No es un corazón vacío. Es un corazón de almendras con miel, de árbol que crece, de sueños, de presente. No es lo que parece. Es lo que es.